Condenan al Estado por la paliza que la Policía le dio a un joven
La víctima denunció que junto a tres amigos fueron detenidos sin ninguna explicación y llevados a una comisaría de Guaymallén donde los golpearon.
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(FUENTE DIARIO EL SOL) La Justicia condenó al Estado a indemnizar con más de $140 mil a un hombre por la brutal palizaque le dio la policía en una comisaría de Guaymallén.
La víctima denunció que el 25 de febrero de 2003 a las 17,30 se encontraba junto a su hermano y tres amigos en la plaza del barrio Ditra de Jesús Nazareno, cuando llegaron tres móviles con efectivos policiales, que se los llevaron a todos detenidos sin darles ninguna explicación.
Los amigos fueron trasladados a la comisaría 44 ubicada en el barrio Unimev. Allí, el denunciante y uno de sus amigos fueron llevados al baño, mientras que el resto permaneció en la cocina de la dependencia. En los baños los efectivos comenzaron a pegarles con sus armas y luego los llevaron junto al resto del grupo.
Cuando llegaron, el hombre observó cómo uno de los oficiales le pegaba a uno de sus amigos con una itaka en la cabeza, de la misma manera como lo habían golpeado a él. Al intervenir para impedir el hecho, lo empujaron y le dispararon en la espalda con el arma cargada con balas de goma.
Como consecuencia quedó inconsciente, y al despertar estaba esposado a una cama del Hospital Central, y con un policía al lado.
Como resultado de las heridas recibidas sufrió la pérdida de un riñón, lesiones en el pulmón izquierdo y le quedó una gran cicatriz en la espalda y cintura.
La versión policial
Por otro lado, los efectivos que participaron de la golpiza dieron su versión de los hechos. Si bien reconocen la detención de los cinco amigos, indicaron que se produjo tras la denuncia de los vecinos quienes aseguraron que los jóvenes se encontraban en actitud sospechosa.
Cuando permanecían en la cocina, uno de los oficiales -Romero Molina- sufrió una hemorragia de nariz, por lo que dejó el arma que portaba, una escopeta, apoyada en la pared, y se dirigió al baño para enjuagarse.
En ese momento, la víctima se apoderó del arma encañonando a los oficiales. El sargento ayudante Luna, al advertir la situación, se avalanzó sobre el joven para desarmarlo, tomando la escopeta por el caño y tironeando de ella.
En tales circunstancias, el arma fue montada por el aprehendido, es decir, que quedó en condiciones de ser disparada. Luego, el joven golpeó con la culata de la escopeta a Luna. Por esto, y en respuesta a la supuesta amenaza, el agente Luis Javier Llaneza Ramírez, le dispara al joven a la altura de la cintura.
Para el Segundo Juzgado Civil, por su parte, existieron evidentes contradicciones en las declaraciones realizadas por la Policía, que en ningún momento logró comprobarse cuándo el joven tomó el arma. Asimismo, la sentencia precisa que lo único cierto y acreditado en el caso es que la víctima recibió un disparo por parte de Llaneza Ramírez.
Por esta razón, el Estado deberá indemnizar a la víctima con $140 mil más intereses.
(FUENTE DIARIO EL SOL)