El nuevo caso de vinculación permitió que padre e hijo pudieran comenzar a cambiar su historia, gracias al trabajo conjunto entre el Programa de Identidad Biológica y el Laboratorio de Huellas Genéticas Digitalizadas.

Con profunda emoción y tras una búsqueda que se extendió durante una década y media, Dante (57) finalmente pudo lograr sentir el ansiado abrazo de su papá biológico, José (92). Él, sin reparos, a partir de ahora buscará encontrar mil formas de compartir tiempo junto a su hijo. La escena vivida este jueves 3 de julio en el edificio donde se encuentra ubicado el Laboratorio de Huellas Genéticas dependiente del Ministerio Público Fiscal (MPF), quedó grabada en el alma de ambos, pues gracias al trabajo conjunto que realiza la Dirección de Derechos Humanos y el MPF para llevar a cabo el Programa de Identidad Biológica denominado “ACERCATE”, fue posible la vinculación de ambos, luego de que se confirmara su compatibilidad genética.
A través del Programa Identidad Biológica, impulsado por la Dirección de Derechos Humanos, decenas de mendocinos han podido reconstruir su pasado y encontrar respuestas a las preguntas que los acompañan desde siempre. Al contar con el apoyo de un equipo interdisciplinario de profesionales, se trabaja incansablemente para brindar a cada persona la posibilidad de conocer sus orígenes y construir una identidad más completa.
Esta nueva historia de reparación y encuentro comenzó a escribirse cuando Dante, movilizado por conocer a su padre biológico, no dudó en iniciar los pasos para dar con su identidad, sin saber si quiera que incluso a quien quería hallar, no se encontraba viviendo muy lejos de su hogar: él vive en San Martín, mientras que José, en el departamento de La Paz, había constituido una familia sin saber que aquél hijo al que creía fallecido (tal como le dijeron cuando había intentado contactarlo) estaba vivo.
Todo fue posible luego de tomar la determinación de registrarse y solicitar la extracción de una muestra de sangre que luego fue contrastada con todas las muestras de las cuales dispone el Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas (RPHGD). “En ese momento surgió la posibilidad de la existencia de un padre biológico. Ese resultado luego se trabaja y se amplía la cantidad de marcadores. A partir de esto, se va confirmando la existencia del vínculo hasta poder informárselo”, indicó el doctor Miguel Marino, quien dirige el registro mendocino que cuenta con la base de datos más completa de Latinoamérica.
En ese sentido, Marino destacó que Mendoza es pionera en este tipo de búsquedas de identidad, gracias al trabajo coordinado con el área de Derechos Humanos. De hecho, desde el año 2019, la provincia cuenta con la Ley N° 9.182, que establece la existencia y puesta en marcha del Programa Provincial de Búsqueda Familiar, de Identidad Biológica y Origen Socioafectivo. En tanto que años antes, desde la creación del Registro Provincial de Huellas Genéticas Digitalizadas en 2013 -a través de la Ley N° 8.611- se estableció la necesidad que además de contribuir al esclarecimiento de los hechos que sean objeto de investigación criminal, el laboratorio debe “Identificar y favorecer la determinación del paradero de personas extraviadas, desaparecidas o fallecidas”.
Posibilidad que dio paso al encuentro filial
Luego de dar lugar a la felicidad y al poder al fin sentir el amor de aquél hijo que siempre tuvo en sus pensamientos (y creía fallecido), José agradeció también el acompañamiento recibido por parte, tanto de su esposa como de sus otros hijos. “Yo tengo nietos y sobrinos. Y lo importante de eso es que los hijos acompañaron en todo momento. Más allá de la primera vez que fueron a entrevistarnos a casa”, expresó con emoción al destacar que toda su familia recibió a Dante con mucho afecto y acompañamiento. Por su parte, Dante se mostró agradecido por la labor conjunta que se llevó delante con el objetivo de esclarecer su origen biológico.
Destacó que hace 15 años atrás perdió todas las pistas posible sobre la existencia de su padre biológico, por lo que la única opción posible era iniciar el camino de búsqueda a través del cotejo de ADN. Explicó que a sus padres de crianza los perdió en los años 2010 y 2015. El 16 de mayo pasado, Dante decidió realizarse la extracción en el laboratorio dependiente del MPF.
Así fue como los primeros días de junio, desde el laboratorio ya había sido concluido el cotejo de índole genética. Dante aún no puede sacarse ese instante de su mente. Tampoco de su corazón. Contó que un día jueves, cuando estaba cortando leña recibió el llamado por el cual se le informó la confirmación a cerca de que su resultado había dado positivo. Las cuentas con la vida, estarían entonces saldadas. Sintió su alma se congelaba. “Quince años buscando. Yo estoy al lado de él, ¿cierto? Y estoy congelado, ¿me entienden? Porque veo hermanos, veo a personas amigas que han venido. Por eso agradezco a todo este equipo. Y Dios quiera que la gente llegue a saber todo esto para que lo hagan y se reencuentren y puedan saber sus orígenes”, expresó con profunda emoción el mendocino, que a partir de ahora, cuenta con una gran familia.
En tanto que Marino recalcó, a modo de balance, que “este es un trabajo distinto al que realizamos en el ámbito criminalístico; pero que se da gracias a que nuestro Laboratorio cuenta con una base de datos muy importante”. Indicó además que “en términos estrictamente técnicos y científicos, utilizamos y analizamos otro tipo de marcadores genéticos y de mayor cantidad. Esto hace que el caudal de trabajo para una confirmación de este tipo sea mayor y eso se traduce en más tiempo también”.
