Jueces de familia y peritos del CAI se reunieron con un referente nacional en Salud Mental
Se trata del consultor y ex Director Nacional de Salud Mental Luciano Grasso, quien compartió su visión acerca de la Ley de Salud Mental y los desafíos que se presentan a los profesionales de la justicia que están alcanzados por la temática
La Suprema Corte de Justicia aprovechó la presencia de un referente nacional en Salud Mental para concretar un encuentro de trabajo que reunió a peritos del Cuerpo Auxiliar Interdisciplinario (CAI) y Jueces del Fuero de Familia. El ex Director Nacional de Salud Mental y Consultor en esa materia, Luciano Grasso, intercambió ideas, pareceres, diagnósticos y posibles soluciones a la problemática que se presenta en el campo de la Salud Mental aplicado a la Justicia. Grasso fue recibido por el Presidente de la Suprema Corte de Justicia, Dalmiro Garay Cueli y la Ministra del Máximo Tribunal –también Coordinadora del Fuero de Familia- Teresa Day.
“En el campo de la salud mental nos encontramos con que las problemáticas que se presentan en el sistema de justicia de Mendoza, no difieren mucho de las de otras provincias e –incluso- de la región”, señaló Grasso y agregó: “tanto las dificultades de los servicios para atender la demanda, como la escasa inversión presupuestaria en salud mental, así como el foco puesto en hospitales psiquiátricos concebidos de manera aisladas al sistema de salud pública, son problemas compartidos en general”.
“Nos pareció importante poder discutir con él cuestiones de la Ley de Salud Mental, su aplicación en el sistema judicial. Por eso convocamos a referentes del CAI y jueces y juezas. Son quienes mejor pueden interpretar la realidad de los tribunales, una realidad que se ha ido complejizando en algunas temáticas sensibles. Los poderes judiciales estamos tomando decisiones que muchas veces no tomábamos y que hoy la realidad social nos lleva a tener que intervenir”, dijo Dalmiro Garay Cueli acerca de esta jornada de trabajo.
Jueces y juezas del Fuero de Familia y peritos del CAI del ámbito local plantearon, entre los principales problemas, déficit de especialistas en psiquiatría infanto-juvenil, déficit de lugares de internación, incremento de casos de intentos de suicidio en niños, niñas y adolescentes y dificultades de seguimiento para cada caso particular.
“La generación de competencias en psiquiatría para médicos generalistas es clave. Esto requiere un trabajo con participación de los psiquiatras. En nuestro país es una rama de la medicina que –en comparación con otros países- se mantiene demasiado arraigada al criterio casi de exclusividad de atención de padecimientos mentales. En otros países, un médico de familia tiene competencias para resolver dependiendo de la complejidad del caso”, propuso Grasso.
Asimismo, el especialista planteó una serie de recomendaciones surgidas de un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) para ser tenidas en el ámbito de la justicia. Entre las principales, se destacan: mejorar y ampliar los servicios y la derivación de salud mental a nivel comunitario; adoptar un enfoque transformador frente a las cuestiones de género en pro de la salud mental; mejorar los datos e investigaciones sobre la temática.