La evaluación externa consistió en entrevistas a personal clave y en el análisis de los procesos y procedimientos centrales de la Oficina de Juicio por Jurados. Los auditores examinaron, entre otros aspectos, la organización de las etapas procesales, la documentación asociada y los mecanismos de coordinación con otras áreas del Fuero. El objetivo fue comprobar la conformidad del sistema con los requisitos de certificación y su aplicabilidad práctica.

Esta auditoría tuvo un significado particular por tratarse de la primera evaluación externa de la Oficina de Juicio por Jurados: representa un avance institucional hacia la adopción de estándares internacionales en uno de los procesos más públicos y complejos del sistema penal. El inicio del procedimiento de certificación fue resultado de la planificación periódica y de las acciones internas previas destinadas a adecuar procesos conforme a la Norma ISO 9001:2015.

El trabajo conjunto entre las oficinas de Juicio por Jurados y del Sistema de Gestión de la Calidad se desarrolló en un clima de colaboración y predisposición. Esto permitió avanzar de manera ordenada y eficiente. La buena disposición y el compromiso del equipo facilitaron la ejecución de la auditoría y la correcta provisión de la información requerida por los auditores.

El equipo de la Oficina de Juicio por Jurados está integrado por Roberto Serrano, Susana Morales, Facundo Roldan, Gustavo Molina y Federico Celedon.

Estado del proceso y perspectivas

Al igual que en el caso de la recertificación general, el resultado definitivo de la auditoría de la Oficina de Juicio por Jurados se encuentra en trámite. Resta completar el análisis de hallazgos y la resolución de observaciones, lo que puede demandar un plazo mayor debido a la complejidad de la materia auditada. Sin embargo, la evaluación inicial fue interpretada como reflejo del esfuerzo sostenido del equipo y del avance institucional hacia la estandarización del Juicio por Jurados.

La presencia de auditorías externas y procesos de certificación coadyuvan en el fortalecimiento de estándares y de mejores prácticas. Para la comunidad jurídica, estos pasos constituyen señales claras del compromiso por una gestión judicial más transparente, eficiente y orientada a la excelencia.