Mandan a juicio al comisario acusado de prestar armas a presuntos delincuentes

El fiscal Juan Manuel Bancalari terminó la instrucción contra Luis Antonio Cabrera y sostiene que debe ir al banquillo. Lo mismo resolvió con otro policía y dos señalados malvivientes. Es por el caso ocurrido a fines del 2014 en Lavalle.

FOTO DIARIO EL SOL

(FUENTE EL SOL) Desde principios de año, el comisario Luis Antonio Cabrera estuvo en el ojo de la huracán, cuando se lo acusó de mantener relaciones estrechas con dos delincuentes detectados con armas en Lavalle. Venía de un 2015 complicado, debido a que había sido separado de la titularidad de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) de Guaymallén por el escándalo del video de los “policías cantores” en el interior de una patrulla.

Esta semana, el expediente que reactivó el fiscal Juan Manuel Bancalari en su contra por facilitar un arma a presuntos malvivientes presentó un avance importante: fue elevado a juicio oral.

De esta forma, para el representante del Ministerio Público, el cuestionado jefe policial –hoy de pasiva– debe sentarse en el banquillo de los acusados por el delito de suministrar un arma de guerra. La calificación prevé de uno a seis años de cárcel. Luis Cabrera no es el único acusado en ese expediente: otro efectivo, Oscar Ferreyra, corrió la misma suerte, ya que se trató de dos armas halladas en poder de los señalados delincuentes.

Los dos policías están imputados desde abril de este año en el caso que salpicó al ex fiscal especial Daniel Carniello –hoy en Flagrancia– y a su señalado informante, el estafador Enzo Stuto.

El 10 de diciembre del 2014, dos hombres cercanos a Stuto que iban en un Toyota Corolla por ruta 40, en Jocolí, Lavalle, y hacían de custodios de un camión que trasladaba agroquímicos hacia Tucumán –Diego Vildoza y Fernando Tobares– fueron detectados por efectivos cuando el chofer no quiso seguir el trayecto. Este, adujo estar descompuesto y frenó la marcha cerca de un control policial.

En el interior del vehículo menor hallaron una escopeta Maverick calibre 12 con 20 cartuchos (en el baúl) y una pistola calibre 40 Bersa con cargador puesto con ocho proyectiles (debajo de un asiento delantero).

Las armas estaban a nombre de Cabrera y Ferreyra, respectivamente. El fiscal Carniello fue notificado de esta situación y ordenó a los policías que trabajaban para la ex Fiscalía Especial que se hicieran cargo de las actuaciones.

Finalmente, fueron los efectivos lavallinos los que informaron el procedimiento. Vildoza y Tobares eran conocidos de Stuto y allí nació la polémica. Carniello tomó el caso pero no imputó a los cuatro protagonistas de la historia. Sólo les tomó una declaración informativa y restituyó las armas a sus legítimos dueños.

Cuando a finales del año pasado estalló el caso Carniello, cuestionado por su relación con el informante Stuto y separado del cargo, Bancalari tomó su lugar.

Detectó que el caso no había presentado avances después de más de un año y cuatro meses en la fiscalía y decidió reactivarlo imputando a Vildoza, un hombre con antecedentes por robo agravado, y Tobares, por tenencia ilegal de arma de guerra, y sacando compulsa para iniciar una pesquisa contra Cabrera y Ferreyra.

La semana pasada, el fiscal Bancalari elevó a juicio la instrucción contra Vildoza y Tobares, y, la defensa, a cargo de Matías Aramayo, se opuso. El miércoles fue el turno de los policías Cabrera y Ferreyra. Se cree que el abogado también cuestionará la resolución y pasará a la Justicia de Garantías.

Lo cierto es que Cabrera, quien a pesar de los cuestionamientos en su contra en agosto fue nombrado por el Ministerio de Seguridad jefe de la UEP Godoy Cruz –luego dio marcha atrás con la designación tras una publicación de El Sol y volvió a pasarlo a revista pasiva– está muy complicado en la investigación.

Desde la Inspección General de Seguridad (IGS) dicen que el objetivo es pedir que el comisario sea expulsado de la fuerza.

La justificación de Cabrera para desligarse de la acusaciones generó sorpresa en los detectives: dijo que le había dado el arma a un amigo bodeguero porque iba a limpiarla, ya que tenían pensado ir de caza. Y que este la dejó olvidada en el auto.

 

Cabrera, Vildoza y el caso Abonassar: trabajo en conjunto

La relación del comisario Luis Cabrera con el señalado pirata del asfalto Diego Vildoza no es nueva. Data de muchos años.

Es más, aseguran a su círculo íntimo que son compadres. Vildoza confirmó la relación entre ambos cuando declaró en la causa y, además, eran amigos en Facebook. A principios de abril, ambos fueron detectados por policías en el mismo auto, un BMW.

Dejaron de ser amigos en la red social –se cree que por estrategia de defensa en las causas en su contra–, cuando este diario publicó el 19 de abril la información que los tenía como protagonistas. Esa relación también se vio durante la instrucción de la causa por el crimen de Laura Abonassar, la mujer que fue asaltada y baleada por tres sujetos el 14 de abril del 2007 en Godoy Cruz. Tres días después, murió. 

El trío de malvivientes –Javier Romero, José Ramos y Leonardo Palacios– fue detenido y condenado a perpetua. El último murió electrocutado en prisión. Llegaron a ellos gracias al dato de un informante: Diego Vildoza, quien aportó sus nombres y el dato del arma. Lo hizo por la recompensa que ofrecía Seguridad.

Justamente, uno de los policías que lograron la captura de los homicidas fue el, por aquellos días, oficial principal de Cuerpos Especiales Luis Cabrera, quien luego fue condecorado por el ministro de Seguridad de ese momento, el hoy gobernador Alfredo Cornejo. 

(FUENTE EL SOL)

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