Seis años de prisión para un fotógrafo que abusó de su sobrina

El padre de la adolescente y hermano del abusador dijo que es una “sentencia reparadora”

FOTO DIARIO EL SOL

 

La condena de seis años de cárcel impuesta al fotógrafo Ernesto Olivera por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante contra su sobrina, lo que ocurrió cuando la joven tenía 14 años en 2013 y su tío le ofreció hacerle un book por su cumpleaños de 15, sentó precedentes en la sociedad de Neuquén, dijeron este sábado el padre de la adolescente y referentes feministas.

El caso se conoció luego de que Olivera, quien se traslada en silla de ruedas, fuera encontrado en la meseta neuquina en enero de 2016 herido por un arma blanca, deshidratado y con un “V” grabada en la frente, episodio que generó una investigación y abrió la causa que terminó en el fallo de primera instancia divulgado el último jueves.

El padre de la adolescente, Eduardo Olivera, hermano del abusador, dijo a Télam que “este caso sienta un precedente para que otras chicas se animen a denunciar, porque la Justicia necesita humanizarse y la gente necesita empezar a abrir los ojos”.

“Para mi hija esta sentencia es reparadora, le genera seguridad el hecho de poder salir a la calle con la cabeza en alto, y si bien es algo que no va a poder olvidar, le genera un cambio y una actitud positiva”, explicó el padre de la joven.

Olivera manifestó que “lo que ha hecho que todo esto salga adelante fue el apoyo de las chicas de La Revuelta Colectiva Feminista; sin ellas yo creo que no hubiéramos llegado a nada, porque la condena social ya estaba, pero el escrache y lo guapas que son para ir al frente y jugársela, hizo que la Justicia se sintiera presionada”.

El fiscal del caso Germán Martín, que había solicitado ocho años de prisión para el fotógrafo, destacó la importancia de que en estos casos la justicia le crea a la víctima “porque había claramente una asimetría de poder, hubo un sometimiento donde la víctima no dijo que no (al abuso) y aún así lo tomaron como no consentimiento”.

“El silencio no es consentimiento, el consentimiento no es tolerar”, fueron las palabras del fiscal en su alegato.

Durante el juicio, se sumaron otras nueve denuncias de jóvenes que habían sido fotografiadas por Olivera, tres de ellas menores de edad en ese momento, quienes manifestaron haber vivido situaciones incómodas y hasta de acoso durante las sesiones.

La referente feminista de La Revuelta, Ruth Zurbriggen, aseguró a Télam que “la sentencia trae reparaciones, en plural, porque exceden a la sobrina que denuncia y se amplifica para todas esas jóvenes que también lo denunciaron penalmente por un uso no consentido de sus fotografías, tomadas mediante un modus operandi muy sexista, muy violento y muy abusador”.

La activista sostuvo que “la condena instala algo que socialmente se sabía en muchos ámbitos donde Ernesto ‘Pollo’ Olivera circulaba; se suponía, se intuía, pero nadie le ponía un freno a eso, nadie actuaba contra eso”.

“Las sentencias son mensajes pedagógicos, mensajes sociales que hablan no sólo a las sobrevivientes de estos actos tan atroces, sino que también les hablan a la sociedad en su conjunto, a otros abusadores, a otros violadores, a otras personas que aún no se han animado a denunciar”, indicó Zurbriggen.

Tras la decisión del tribunal compuesto por los jueces Diego Piedrabuena, Cristian Piana y Martín Marcovesky, la joven escribió en su cuenta de Facebook: “Espero que esto que me costó 2 años decirlo le sirva a todas esas chicas para que tengan todas las fuerzas del mundo y hagan su justicia”.

FUENTE: DIARIO EL SOL

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