Un pastor y ex policía fue condenado por abuso sexual
La pena, impuesta por la Segunda Cámara, fue de 13 años para el hombre que dirigía un templo evangélico. La víctima tenía 11 años cuando fue denunciado el aberrante hecho.
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(FUENTE: LOS ANDES) Ayer, la Segunda Cámara del Crimen condenó a Jorge Ruiz Quipildor, de 58 años, por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser ministro de un culto. La máxima pena establecida para este delito es de 20 años y la mínima, de 8.
Durante los alegatos, realizados el jueves de la semana pasada, el fiscal de Cámara Darío Tagua había solicitado al Tribunal, conformado por José Valerio, Roberto Uliarte y Ariel Spektor, una pena de 19 años.
Por su parte, Mariano Tello, defensor del imputado, pidió que se absolviera a su cliente apoyando su alegato en el beneficio de la duda.
Según trascendió durante el debate, la declaración de la víctima, una chica que hoy tiene 15 años, fue fundamental para lograr la condena de este hombre, que tenía una suerte de templo religioso en una vivienda ubicada en el barrio Huarpes III de Carrodilla.
La niña, durante su declaración ante la Justicia volvió a repetir la misma historia que ya les había contado a sus familiares a través de una carta que sirvió para iniciar la investigación que ahora finalmente termina en condena.
A vivir en la iglesia
A mediados de 2012, la menor y su hermano -de por entonces 7 años- debieron instalarse en la iglesia de Ruiz, ya que su padre se había quedado sin casa y su madre los había abandonado.
Tiempo después los parientes de la nena (no perdieron contacto con los chicos) vieron que tenía comportamientos extraños, al punto que llegó a autolesionarse los brazos. Pero cuando le preguntaban si tenía algún problema la niña no quería hablar, se sentía avergonzada.
Entonces, la hermana mayor le dijo que escribiera una cartita y contara todo lo que quisiera. Mediante ese acto, la niña contó que los dos hijos del pastor le realizaban tocamientos y que el religioso había abusado de ella.
Fue denunciado y escapó
Esa carta fue presentada en la fiscalía de Luján el 25 de marzo de 2014, cuando el caso fue denunciado. Cuando el religioso supo de la denuncia desapareció del templo del barrio Huarpes III.
Al día siguiente los vecinos de esa barriada se enteraron de la novedad y quisieron hacer justicia por mano propia. Quemaron el auto de Ruiz, quien días después fue detenido e imputado.
Ahora, tras el fallo, deberá pasar los próximos 13 años en la cárcel.
Un mal concepto vecinal
Tras la denuncia hecha hace dos años, Los Andes habló con los vecinos del pastor: los consultados dijeron no tener un buen concepto de él ni de su familia. “Es un tránsfuga con mala fama”, sentenciaron los lugareños en ese momento.
Según dijeron, el sospechoso (luego de dejar las filas policiales) se desempeñó como mecánico y en su casa guardaba autos, “todos flojos de papeles”, opinaron.
“Es un trucho. Cobraba plata por hacer exorcismos. Siempre se escuchaba gente que gritaba cosas desde su patio, como si fuera una especie de ritual. Así como se ve en las películas”, dijo una vecina a este diario.
El enojo de la gente del barrio llegó a tal punto que, según las crónicas de hace dos años, se montó un operativo policial inusitado. Para que la familia del pastor pudiera salir de su casa -él se escapó antes de la llegada de los uniformados- debieron intervenir seis patrulleros con decenas de efectivos.